Si observas los hábitos alimenticios de la manta raya verás rápidamente que son comedores de filtro. Este proceso permite que tomen todo en el agua, y luego la filtren, el agua se filtra a través de sus branquias y la comida que va a consumir permanece en el cuerpo. Poseen placas a lo largo de las branquias que atrapan el alimento dentro de la boca, de manera que sólo el agua pasa de vuelta.
La fuente primaria de alimento para la manta raya es el plancton, microorganismos en el agua, estos incluyen bacterias, plantas, y animales pequeños. También consumen peces ángeles si se encuentran en el hábitat natural de la manta raya, camarones y una variedad de peces pequeños ayudan a completar su dieta, no son muy exigentes y consumen todo con lo que entran en contacto.
Muchas horas al día la dedican al proceso de alimentación y un adulto completamente crecido puede consumir hasta 60 kilos de comida cada día. La manta raya se mueve por el agua lentamente, lo que les permite disfrutar de una gran cantidad de agua y alimentos y filtrarlos correctamente. El agua vuelve a salir a través de las aberturas en los lados de la cabeza, llamados branquias, la comida es entonces empujada hacia abajo, al estómago.
Se dará cuenta de que poseen lóbulos cefálicos a los lados de la cabeza. Su boca está situada en la parte superior de la cabeza en lugar de la parte inferior, se cree que la manta raya recuerda los mejores puntos de alimentación por lo que volverá a ellos sobre una base regular.
Tienen movimientos extraños durante la alimentación y tienden a moverse hacia delante en línea recta. Esto parece raro para los observadores, sobre todo si existen suministros de alimentos a la derecha o a la izquierda, sin embargo, este patrón lento pero minucioso les funciona bien y les permite obtener el alimento diario que su cuerpo necesita.
En general, la manta raya se alimentan por la noche, cuando tienen la mejor oportunidad de encontrar suficiente comida, sin embargo, se han visto alimentándose durante el día en algunas áreas. Son animales muy inteligentes, por lo que son capaces de adaptar sus hábitos alimenticios a lo que esté fácilmente disponible. Algunos pueden salir de caza de día y de noche, un indicador común de que están luchando por encontrar suficientes alimentos para sobrevivir.
Encontrará a las mantas rayas alimentándose alrededor de los arrecifes de coral, estas áreas tienden a ofrecer gran cantidad de los alimentos que les gustan. En estos lugares grandes cantidades de comida se pueden filtrar a través de sus cuerpos en un corto período de tiempo, por lo tanto, irán a los lugares donde se encuentra la mayoría de los alimentos.
La investigación también muestra que parecen ser capaces de recordar las mejores zonas de alimentación alrededor de sus hábitats, y volverán a estas zonas una y otra vez. Cuando encuentran con que los recursos se están quedado bajos, van a hacer todo lo posible para encontrar otros lugares de los que beneficiarse.
Los hábitos únicos de alimentación de las mantas rayas les permiten a estos animales continuar evolucionando y sobrevivir a pesar de los cambios en su medio ambiente natural. Los esfuerzos de conservación tratan de asegurarse de que tengan suficiente comida para sobrevivir, por lo general les va bien, pero con los seres humanos contaminando el aire y el agua, puede ser difícil, a veces, para estos peces encontrar un suministro adecuado de alimentos.
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